El Trompo
De un cuerpo cónico de madera, una púa de metal en la punta y una cuerda que se enrolla en dicha púa se compone el trompo, figura que ha sido protagonista de muchas horas de entretención y festividades en la vida criolla. Girar, bailar y hacer piruetas en el suelo es la misión de esta figura, que una vez lanzada por su dueño, debe enfrentarse a las amenazas de sus contrincantes que intentarán derribarlo.
El origen del trompo es muy antiguo. Ya es citado en la literatura de Virgilio en su obra “Eneida” y algunos poetas romanos confesaban que tenían más afición al trompo que a los estudios.
Inicialmente en Chile, los trompos se hacían de madera de espino con el fin de que fueran muy resistentes para soportar los “quiños” o golpes que reciben de sus adversarios. Hoy se han masificado y su fabricación se hace con diferentes tipos de maderas y también se les ve de múltiples colores.
Hay muchas maneras de divertirse con el trompo y entre ellas se encuentra la modalidad de hacerlo bailar y luego, con ayuda de la cuerda, subirlo en forma de “copita” hacia la mano para que termine su danza en ella. De esta variedad surgieron los siguientes términos: Trompo “sedita”: es el que se siente suavecito cuando baila en la mano. El otro es el trompo “cucarro” que por tener la púa torcida o desnivelada baila ásperamente sobre la mano.
Las cuerdas se conocen en Chile con diferentes nombres: guaraca, soga, soguilla, cochaillo, lienza.
El origen del trompo es muy antiguo. Ya es citado en la literatura de Virgilio en su obra “Eneida” y algunos poetas romanos confesaban que tenían más afición al trompo que a los estudios.
Inicialmente en Chile, los trompos se hacían de madera de espino con el fin de que fueran muy resistentes para soportar los “quiños” o golpes que reciben de sus adversarios. Hoy se han masificado y su fabricación se hace con diferentes tipos de maderas y también se les ve de múltiples colores.
Hay muchas maneras de divertirse con el trompo y entre ellas se encuentra la modalidad de hacerlo bailar y luego, con ayuda de la cuerda, subirlo en forma de “copita” hacia la mano para que termine su danza en ella. De esta variedad surgieron los siguientes términos: Trompo “sedita”: es el que se siente suavecito cuando baila en la mano. El otro es el trompo “cucarro” que por tener la púa torcida o desnivelada baila ásperamente sobre la mano.
Las cuerdas se conocen en Chile con diferentes nombres: guaraca, soga, soguilla, cochaillo, lienza.
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